En la presentación del festival, la película no había sido anunciada y sólo los más fanáticos la empezaron a ver. De a poco vinieron espectadores a la función, hasta que se llenó. Y hubo gente afuera. Algunos miraban torcidos estirando la cabeza, como cuando veían a Narciso de chicos.
Esto trancurrió en el Argentino Hotel de Piriápolis, Uruguay. En un magnífico hotel de lujo clásico, creado por Francisco Piria, el también creador de la ciudad. Este será también el motor de mi próximo film. Un homenaje a la vida y obra del más excéntrico de los uruguayos.
Muchas gracias,
Gustavo Leonel Mendoza
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