jueves, 27 de diciembre de 2007

Documental revive las series perdidas de Ibáñez Menta


NOTA DEL 27/12/2007 - AMBITO FINANCIERO
Por Marcelo Zapata:
A la derecha, el documentalista Gustavo Mendoza con Narciso Ibáñez Menta, durante el Festival de Mar del Plata de 1997. Además de los testimonios de sus elencos, «Nadie inquietó más» recupera fragmentos que se creían extraviados de sus series clásicas.
No fue contemporáneo de los mejores años de las series de Narciso Ibáñez Menta en la televisión pero, a esta altura, es como si lo fuera.
Gustavo Mendoza, cineasta, y fan del creador de «El muñeco maldito», «El hombre que volvió de la muerte» (la buena, la original de 1969) y tantos otros ciclos irrepetibles, está terminando el documental «Nadie inquietó más», que no sólo es un homenaje a Ibáñez Menta sino que, sobre todo, se propone «desentrañar las distintas facetas de una personalidad que modificó de modo sustancial la forma de desarrollar los géneros de terror, épicos y dramáticos en la Argentina y España», en palabras del director.
Diez años atrás, Mendoza estudiaba cine y «quería hacer un documental sobre el cine de terror en la Argentina, y se propuso entrevistar al hombre que más se aproximó al género, Narciso Ibáñez Menta. Gracias a José Martínez Suárez, quien lo dirigió en la película 'Los muchachos de antes no usaban arsénico', hizo el contacto, lo llamó a Madrid y dialogaron durante 40 minutos».
Su primer contacto personal con él fue al año siguiente, en el Festival de Mar del Plata. Recuerda que asistió, casi a su lado, a la proyección de 'La bestia debe morir'. Ibáñez Menta de dijo que hacía más de 50 años que no la veía en cine. Pocas horas después, en el Costa Galana, Mendoza le regaló a su ídolo un afiche de «Obras maestras del terror», e Ibáñez Menta lo recibe con felicidad. Le dice que nunca tuvo ese afiche. Allí mismo, pero al grabador únicamente («siempre lamentaré no haber tenido conmigo una filmadora») se inicia virtualmente el «rodaje» del documental, con el audio de esa conversación. Sin embargo, el proyecto se paralizó hasta el 15 de mayo de mayo de 2004, día de la muerte de Narciso. «Puedo decir que la película nació concretamente a partir de esa depresión. Superado el duelo con uno de mis más queridos actores, decidí empezar el documental con un enfoque ameno, que mostrara el lado humano de su obra», recuerda Mendoza.
Chicho Ibáñez Serrador, Beatriz Díaz Quiroga, Paul Naschy, el fallecido José María Langlais, José Martínez Suárez, Natán Solans, Chicote Santa Cruz, Cipe Lincovsky, Ricardo Passano, Enrique Talión, Jorge García, Juan Carlos Puppo y Manuel Galiana son algunos de los actores y técnicos que testimonian en el documental.
Sobre sus cuatro años de investigación, recopilación de material de archivo incluyendo imágenes que se creían definitivamente perdidas. Dialogamos con él: Periodista: En la película se ve un pequeño clip de «El hombre que volvió de la muerte», pese a que creía perdida la totalidad de ese ciclo. ¿Cómo llegó a usted?
Gustavo Mendoza: Fue una pequeña fortuna que tuve en el curso de las investigaciones. Había alguien, me disculpará si no revelo su nombre, que recuperó una latita con fragmentos minúsculos en cinta abierta de una pulgada, como se grababa entonces.
Periodista: Mucho misterio, como corresponde...
G.M.: Demasiado. Es más: hay gente que asegura que «El hombre que volvió de la muerte» está en poder de un famoso coleccionista, y que en algún momento saldrá en dvd. Nadie lo vio, por supuesto, pero se sigue diciendo eso. Es algo así como el «London After Midnight» argentino [la mítica película perdida de Tod Browning con Lon Chaney]. Los testimonios más serios, en cambio, dicen lo contrario: que se ha borrado para siempre. En una época, antes de que «Canal 9» la repusiera parcialmente en 1976, las latas estaban guardadas en un depósito que se inundaba. A medida que subían las napas, ellos elevaban las latas en el depósito. Pero parece que en esa carrera ganaron las napas.
P.: ¿Quiénes le dieron los mejores testimonios?
G.M.: Yo mencionaría, entre los que aportaron cosas más ricas, a José María Langlais y a Beatriz Día Quiroga, que fueron la pareja protagónica de «El fantasma de la ópera» en « Canal 7». Yo me propuse que cada uno de los testimonios fuera una especie de actuación, de recreación de la relación del entrevistado con Narciso, y no simplemente la «cabeza pensante». Para eso está el extenso y documentado testimonio de Chicho Ibáñez Serrador, su hijo. Langlais me contó una historia que revelaba el carácter muy fuerte, y riguroso, que tenía Ibáñez Menta. Durante una grabación, hubo un actor que se puso nervioso y empezó a tartamudear. Narciso detuvo la grabación, lo llevó muy paternalmente a un costado, le dio a beber un té, y lo tranquilizó mucho luego de dialogar un momento con él. El actor estaba muy agradecido e hizo su parte a la perfección. Claro, cuando terminó la grabación, lo despidió. Le dijo que nunca más volvería a trabajar con él. Tenía su temperamento, claro...
P.: ¿Hay una visión común de Narciso entre todos sus entrevistados o Narcisos muy distintos?
G.M.: Hay diferencias, pero donde coinciden todos es en su extremado profesionalismo. Y, por supuesto, bastante misterio, o cosas que algunos cuentan y que luego, cuando uno enciende la cámara, no quieren repetir, o determinadas leyendas que ni el propio Narciso quiso confirmar o desmentir.
P.: ¿Por ejemplo?
G.M.: Bueno, ahora se me ocurre una. Siempre se rumoreó que fue el propio Ibáñez Menta, y no Enrique Carreras, quien dirigió la versión cinematográfica de «Obras maestras del terror», sobre los cuentos de Poe. Yo se lo pregunté cinco veces distintas a Narciso, y sólo llegó a decirme, una vez, que fue «una tarea en colaboración». Otro misterio: Cipe Lincovsky actuó en «El monstruo no ha muerto», y cuando la entrevisté no recordaba haberlo hecho. Una completa laguna, muy extraño. Por supuesto, actores de la última de sus series, «El pulpo negro», que se dio en 1984, brindaron testimonios mucho más frescos que quienes actuaron con él en los 60, como Juan Carlos Puppo, que cuenta cosas interesantísimas.
P.: Siempre fue muy curiosa la configuración del «elenco» Ibáñez Menta, actores que parecían tan homogéneos cuando estaban junto con él y sin embargo provenientes de escuelas y con estilos muy distintos.
G.M.: Así es. Pero hay algo que los unía, y era su amistad personal con Narciso. Está el caso de Ricardo Passano y Enrique Talión: no hay seguramente estilos tan distintos, y sin embargo cuando trabajaron junto con él en televisión parecían haberse formado con una misma idea.
Entrevista de M.Z.