miércoles, 5 de septiembre de 2007


Sinopsis:

Largometraje documental de creación. Homenaje a la vida y obra del gran actor ibérico-argentino Don Narciso Ibáñez Menta.

Desde las primeras imágenes se puede apreciar un trabajo abarcativo y decididamente arqueológico que tiene como objetivo, desentrañar las distintas facetas de una personalidad singular, que impactó y modificó de modo sustancial la forma de desarrollar los géneros de terror, épicos y dramáticos en Argentina y España.

Un film diagramado en bloques que empieza por Narcisín, niño prodigio, que ya a los tres años sorprendía y convocaba por su carisma y frescura actoral, que, junto a la compañía de teatro de sus padres, obtiene un reconocimiento total, siendo la primer figura.

Para matar el encasillamiento de niño actor, Ibáñez Menta necesitó un monstruo y para eso se convirtió en uno, como cuando hizo en teatro “El fantasma de la ópera” o “Jeckyll and Mr. Hide”. Su gran inspiración fue el actor norteamericano Lon Chaney (Sr.), y que como él, fue el hombre de las mil caras, constituyéndose en un referente indiscutido en el arte del maquillaje y la caracterización.

Ayudado por características naturales que lo dotaron de una presencia elegante y enigmática, como también, de un registro de voz de marcada tonalidad grave y cavernosa, la cual potenciaba con un hablar pausado, adquiriendo una relevancia especial para las inquietantes historias que representaba.

El actor español produjo una relación casi hipnótica con su público, que forjó la sublimación de sus propios miedos; La audiencia en consecuencia, lo retribuyó con su eterna incondicionalidad.

Un recorrido audiovisual a través de sus principales obras de teatro (“La muerte de un viajante”, “FB”), los hits televisivos como “El fantasma de la ópera”, “El hombre que volvió de la muerte”, “El muñeco maldito” y “El pulpo negro”.

Más que importante fue su extensa participación cinematográfica como productor, director, adaptador y sobre todo, actor en films como “Almafuerte”, Obras maestras del terror”, “La bestia debe morir”, etc.

La diversidad de testimonios de los que trabajaron con él, (actores, maquilladores, técnicos, directores), además de cinéfilos, especialistas y apasionados espectadores de su obra, sumado al material de archivo inédito, nos revela el perfil de un hombre consustanciado con el misterio, al cual nos introduce de a poco y llevándonos de la mano, a un recorrido de ficciones y vivencias, dignas de un personaje de película.

Un hombre que quería inmortalizarse a través de sus obras de teatro, pero que se vió encasillado en magníficas y bizarras historias de terror.

Ibáñez Menta pasa a la abstracción y vive en el recuerdo colectivo de la gente, que disfruta de sus dramatizaciones.

Al ser humano Narciso, un actor y un caballero de gran sentido del humor y ternura. Para él, esta película es nuestro homenaje.


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