domingo, 10 de mayo de 2009

Emoción y alegría en el MARFICI

Narciso Ibáñez Menta, nadie inquietó más...
7 de Mayo - Mañana desde las 14:00 hs. se realizará una charla sobre el actor españól de prolíficas producciones en nuestro país. El encuentro será en el Hotel Astor y contará con la participación de Gustavo Leonel Mendoza y Mario Gallina. Luego, a las 18:00 hs., se proyectará "Nadie inquietó más - Narciso Ibáñez Menta" en el Corrientes 1.

Llega una de las charlas más esperadas del MARFICI. Narciso Ibañez Menta y su obra serán objeto de un abordaje enmarcado del homenaje que el festival ha preparado sobre el autor. El encuentro, de entrada libre y gratuita, será la antesala de la proyección de "Nadie Inquietó más - Narciso Ibáñez Menta" obra de Gustavo Leonel Mendoza rodada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Madrid. El homenaje retrata la obra de este actor de profusa producción en nuestro país, maestro en la caracterización y la actuación, un extraordinario histrión que quería inmortalizarse a través de sus obras de teatro, pero que se vio encasillado en magníficas y hasta bizarras historias de terror en el Cine y la Televisión en Iberoamérica.

Ibáñez Menta fue hijo de una familia de larga tradición teatral, desde su nacimiento en Asturias, en 1912, el actor vivió el clima que compartían sus padres, Narciso Ibáñez y Consuelo Menta, como artistas del género lírico. En nuestro país, protagonizó 45 películas, dirigió varias obras de teatro y trabajó también como guionista de radio y televisión, Tras su regreso a España, a comienzos de los ´60, se dedicó casi exclusivamente a la televisión, donde alcanzó su máxima popularidad.

Sobre el español, Mendoza afirma que “Narciso odiaba el mote del asustaniño, por eso decía: Quiero que me recuerden como un actor teatral y no como un fantasmita. Sin embargo, la gente y los productores lo buscaban porque querían asustarse y él les daba éxito, dinero y público. Pero pudo hacer las dos cosas, y la película cuenta en parte eso”. Su documental habla de los éxitos y las vicisitudes de Ibáñez Menta como artista, pero sobre todo es una sensible forma de homenajearlo en tiempos en que los jóvenes no conocen la gran figura del asturiano y su obra, de la cual gran parte se ha perdido por desidia, como cuenta la película de Mendoza, un fanático que demuestra su cariño y respeto por el ídolo en un producto inteligente y cargado de afecto.

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